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Realice un análisis de materialidad sobre sostenibilidad

Cómo un análisis de materialidad puede ayudar a su organización a entender sus prioridades en materia climática

Los análisis de materialidad sobre sostenibilidad ayudan a dar forma a la estrategia de una organización en relación con su desempeño en sostenibilidad y sus acciones climáticas. Si bien, alcanzar las cero emisiones netas implica principalmente la reducción de emisiones, recomendamos que se analicen todas las métricas de sostenibilidad, ya que estos factores suelen estar interrelacionados con posibles compensaciones de las que la organización debería estar al tanto. El análisis de materialidad sirve de ayuda para llevar a cabo dicha valoración.

Las evaluaciones consistirán esencialmente en encuestas que se realizan a todas las partes interesadas, tanto dentro como fuera de su organización, para identificar que consideración tienen sobre distintas categorías de sostenibilidad en relación con su negocio y el desempeño asociado. Recomendamos que se realicen este tipo de evaluaciones cada dos o tres años y se comparen con evaluaciones anteriores para identificar tendencias cambiantes. Además, recomendamos también la inclusión de consideraciones sociales y de gobernanza en el análisis de materialidad, ya que puede haber posibles compensaciones entre temas ESG y los límites planetarios.

Los temas que suelen tenerse en cuenta en los análisis de materialidad incluyen, entre otros:

  • Energía

  • Emisiones de GEI

  • Agua

  • Biodiversidad

  • Residuos

  • Contaminación atmosférica

  • Diversidad, equidad e inclusión (DE&I)

  • Participación de la comunidad

  • Comunidades afectadas

  • Otros, incluidos los problemas específicos del sector

Generalmente, se espera que se analicen hasta 15-20 temas, que se pueden recopilar mediante las evaluaciones realizadas a todas las partes interesadas complementándolas con consulta a expertos e investigaciones de mercado.

Recomendamos el uso de un enfoque de doble materialidad. La doble materialidad se define como la unión de la materialidad "de impacto" (impacto potencial que su empresa puede tener dentro de una categoría de sostenibilidad determinada) y la materialidad "financiera" (impacto que dicha categoría de sostenibilidad tiene sobre el negocio). Esto implica incluir tanto el impacto de la organización sobre las personas y el medio ambiente como los riesgos y oportunidades internos asociados a cada categoría. Ambos factores deben tenerse en cuenta para comprender la manera en que su empresa puede afectar y verse afectada por las distintas categorías a evaluar. Este enfoque se describe en líneas generales en los requisitos regulatorios de la Directiva de la UE sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que entrará en vigor a partir de 2024. La CSRD requiere la divulgación de una serie de temas ESG utilizando este método, y su organización puede emplearlo para evaluar la materialidad "financiera" y de "impacto" a partir de una multitud criterios.

Por otro lado, identificar el nivel relevancia que presenta cada una de las distintas categorías de sostenibilidad suele ser complejo y puede requerir cierto nivel de juicio que complemente cualquier análisis especifico. En este sentido, un posible enfoque que resulta útil consiste en ordenar a todas las partes interesadas por nivel de importancia y ponderar sus puntos de vista sobre la materialidad de las distintas categorías. La figura 6 muestra una ordenación relativamente típica de las partes interesadas por nivel importancia, donde los clientes y la dirección son los que más influyen en la evaluación de la materialidad. También sería prudente ajustar el nivel y el tipo de compromiso con ellos (por ejemplo, entrevistas para la dirección, encuestas en línea en las tiendas para los clientes) para garantizar que se recopilan adecuadamente todos los puntos de vista.

Figura 6: Modelo de relevancia para ponderar la contribución relativa de los grupos de interés (1), p4.

Una posible forma de visualizar un análisis de doble materialidad es como una matriz de temas organizados a lo largo de los ejes X e Y que representan la materialidad "financiera" y de "impacto", respectivamente (véase la figura 7); por ejemplo, utilizando una escala de cinco niveles de relevancia.

Figura 7: Ejemplo de matriz de análisis doble materialidad en la práctica (2), p6.

Los temas que reflejan mayor importancia en ambos ejes serán probablemente los más prioritarios, y la prioridad disminuirá a medida que la importancia disminuya en cualquiera de los ejes. Basándose en esto, puede, por ejemplo, clasificar los temas en cuatro categorías:

  1. Mayor impacto: Temas que deben recibir mayor atención, siendo motivo para un cambio transformador.

  2. Facilitadores: Temas que requieren alguna acción.

  3. Áreas de seguimiento: Temas que requieren cumplimiento desde la perspectiva de las principales partes interesadas (como inversores, miembros del consejo de administración).

  4. Impacto menor: Áreas que quizás no requieran acción en este momento.