Adapta
Comienza a adaptar tu negocio al cambio climático
Cómo emprender acciones climáticas de impacto en adaptación y porqué es importante.
Más que nunca, las empresas se enfrentan a riesgos físicos relacionados con el clima capaces de alterar gravemente sus operaciones, sus cadenas de suministro y la estabilidad de los mercados. Dado que se prevé que los fenómenos extremos relacionados con el clima sean aún más graves y frecuentes en el futuro, cada vez resulta más urgente que las empresas no sólo hagan un seguimiento de sus emisiones y lleven a cabo acciones de mitigación, sino que también emprendan el camino de la acción climática en su adaptación al riesgo físico relacionado con el cambio climático para garantizar la sostenibilidad y resistencia de su modelo de negocio a largo plazo. Incluso planteado sobre un escenario optimista con un aumento limitado a los 1,5º, la cantidad sustancial de pérdidas asociadas al cambio climático que se espera requiere esfuerzos sustanciales en cuanto a adaptación.Además, como afirma el Foro Económico Mundial, la adaptación tiene a su vez un triple interés empresarial, ya que no sólo permite a las empresas evitar pérdidas económicas, sino también aumentar los ingresos y ahorrar costes con el aprovechamiento de las oportunidades, así como obtener resultados mutuamente beneficiosos al contribuir en la protección de las comunidades y los ecosistemas.La adaptación al cambio climático es un tema relativamente nuevo para las empresas y, en 2022, según S&P Global, tan sólo una pequeña parte correspondiente al 21% de las empresas contaba ya con planes de adaptación. Para la mayoría, empezar a trabajar en el tema dentro de su propia estructura empresarial de manera coordinada supone un reto. Los retos comunes se relacionan con la planificación, coordinación y supervisión de diversas actividades de adaptación en las distintas áreas de la cadena de valor hacia un objetivo común, la selección de medidas adecuadas y eficientes en este sentido, la integración de la planificación de la adaptación en los procesos existentes y la asignación de capital a dichas medidas. Por tanto, es crucial que las empresas obtengan claridad sobre los pasos esenciales y los obstáculos comunes a considerar al emprender su viaje de adaptación.
¿Qué medidas pueden adoptar las empresas?
Paso 1: Establecer un proceso continuo de análisis de riesgos climáticos
Para adaptarse al cambio climático, las empresas deben conocer primero sus riesgos climáticos actuales y futuros. Para iniciar su análisis del riesgo climático, las empresas deben definir su alcance implicando a las unidades de negocio pertinentes y recopilando los datos oportunos, incluidos datos geoespaciales y escenarios climáticos. La asociación con proveedores de identificación de riesgos garantiza unos resultados precisos, además de la aplicación de tres lentes -nivel de riesgo actual, cambio en el riesgo y riesgo a través de escenarios de transición- proporcionando una comprensión global. La monitorización y reevaluación continuas, junto con la alineación con los requisitos normativos, ayudan a las empresas a gestionar los riesgos de forma proactiva y a mejorar la sostenibilidad a largo plazo.
Paso 2: Formular el objetivo de adaptación y establecer, priorizar y aplicar vías de adecuadas.
Para establecer una ambición y un objetivo organizativos claros en materia de adaptación, las empresas deben implicar a los stakeholders relevantes para alinear los objetivos con la estrategia empresarial. Es importante que las empresas definan las actividades y responsabilidades necesarias para avanzar en el trabajo de adaptación, elaborando un plan específico para ello. Identificar y priorizar las vías de adaptación implica evaluar las opciones en función del coste, la eficacia, la viabilidad y el impacto, permitiendo una aplicación por fases y la adecuación a los requisitos normativos. Aprovechar las oportunidades derivadas de los esfuerzos de adaptación puede generar nuevos modelos de negocio y fuentes de ingresos. Por ejemplo, las empresas que han invertido en desarrollar sus propios métodos sofisticados de análisis de riesgos pueden ofrecer servicios de consultoría a otras empresas, como lo hacen aseguradoras como Munich Re, Zurich y Swiss Re. Asimismo, la inversión en resiliencia e infraestructuras garantiza el éxito y la sostenibilidad a largo plazo; por ejemplo, invertir en infraestructuras resistentes a las inundaciones no sólo reduce las interrupciones operativas, sino que también proporciona una ventaja competitiva en las regiones propensas a las inundaciones. Un ejemplo son los polígonos industriales de Tailandia, donde las inversiones en infraestructuras de protección contra las inundaciones, aunque muy intensivas en capital, se justificaron por los costes aún más elevados de los daños directos sufridos por los activos de las empresas arrendatarias. Además, las empresas deben establecer marcos de gobernanza sólidos con funciones y responsabilidades claras, creando equipos especializados para garantizar la coordinación y la alineación con las estrategias empresariales. De igual manera, las empresas deben mirar más allá de sus propias fronteras y buscar colaboraciones con gobiernos, proveedores y comunidades para abordar los riesgos físicos y fomentar iniciativas conjuntas de resiliencia.
Paso 3: Reevaluación continua del rendimiento de las opciones de adaptación
Para garantizar el éxito de las medidas de adaptación, las empresas deben supervisar y reevaluar continuamente sus resultados, implantando sistemas de seguimiento de los avances y la eficacia. Las evaluaciones periódicas del rendimiento ayudan a identificar las áreas de mejora y los ajustes necesarios, garantizando que las acciones cumplen los objetivos previstos y mejoran la resiliencia. Además, es fundamental reevaluar periódicamente los riesgos y oportunidades climáticos para garantizar que los objetivos de adaptación siguen siendo pertinentes y se ajustan a las situaciones empresariales actuales y futuras. Esto permite a las organizaciones perfeccionar sus estrategias y adelantarse a los cambios normativos, garantizando unos planes de adaptación sólidos y eficaces. Aprender de las experiencias pasadas también es clave; las empresas deben documentar las lecciones aprendidas y utilizar estos conocimientos para perfeccionar sus planes de adaptación. Este proceso iterativo de aprendizaje y mejora ayuda a crear estrategias más resistentes y adaptables.