Adapta
- Introducción
- Paso 1: Establecer un proceso continuo de análisis de riesgos climáticos
- Para empezar: Definir el alcance y los datos necesarios para su análisis de riesgos climáticos
- Comience a analizar su riesgo climático
- Evaluar la exposición y vulnerabilidad de los activos y la cadena de valor y cuantificar el riesgo
- Garantizar el cumplimiento de la normativa, los criterios de referencia y los requisitos de información
- Paso 2: Formular un objetivo de adaptación y priorizar y aplicar vías de adaptación
- Paso 3: Reevaluación continua del rendimiento de las opciones de adaptación
Para empezar: Definir el alcance y los datos necesarios para su análisis de riesgos climáticos
El primer paso del análisis de riesgos sirve para priorizar los focos de actuación en materia de adaptación en relación con la estructura de su empresa. Debe proporcionar claridad sobre cuáles de sus activos o partes de la cadena de valor se espera que sufran de forma significativa los peligros relacionados con el clima y cuál es su exposición y vulnerabilidad respectivamente. Esta información sienta las bases para una planificación de la adaptación efectiva.
Como consideración básica, es importante mencionar que el riesgo en el contexto de la adaptación y la resiliencia climáticas, implica comprender el potencial de las consecuencias adversas derivadas de los peligros relacionados con el clima. Está determinada por la interacción de tres componentes clave: peligro, exposición y vulnerabilidad. La amenaza se refiere a la probabilidad y escala de un peligro que tiene la capacidad de dañar o destruir un bien concreto, como los ciclones tropicales, los incendios forestales o los terremotos. La exposición se refiere al grado en que los activos, incluidos los bienes, los vehículos y la mano de obra, están sujetos a estos peligros. La vulnerabilidad es el grado en que estos activos son susceptibles de sufrir daños con una intensidad determinada de una amenaza, influida por su sensibilidad y capacidad de adaptación y teniendo en cuenta características específicas, como los métodos de construcción y los materiales utilizados. La relación entre estos componentes es compleja y no lineal, por lo que se requiere un enfoque global para evaluar y gestionar el riesgo con precisión.
El primer paso en el análisis de riesgos es definir el alcance de la valoración implicando a las unidades de negocio (UNs) pertinentes en el proceso de diseño. En algunas organizaciones, el riesgo se concentra en los activos de la empresa, lo que convierte a los responsables de las UN en grupos de interés clave. En otras, como las empresas de bienes de consumo envasados (BCE), el riesgo principal se encuentra en la cadena de suministro, por lo que los principales interesados son los equipos de compras.
Una vez definido el ámbito de aplicación, hay que recopilar los datos adecuados para poner en marcha el análisis. Esto incluye la recopilación de datos geoespaciales sobre los emplazamientos en cuestión, incluidos los de los proveedores cuando proceda, y la identificación de los riesgos pertinentes que deben evaluarse, como el fuego, el viento y la lluvia (por ejemplo, véase el proceso de Nestlé en la Guía para Líderes Empresariales del WBCSD). Además, se deben seleccionar escenarios climáticos emitidos por organizaciones reconocidas, como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE).